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Es, por cierto, la mas pintoresca entre todas las islas de la laguna, con sus casas de colores vivos, donde todavìa hoy los hombres arreglan sus filetes de pesca y las mujeres trabajan el encaje. En esa isla, que reproduce un poco la planimetría de Venecia, se coloca la Iglesia de San Martin, con sus cuadros del síglo XVII y XVIII, acoge también la famosa «Crucifixión» de G.B Tiepolo.
Es la isla más famosa de la laguna superior. Cuando en el siglo V, Atila y los hunos asaltaron la ciudad de Altino, sus habitantes se refugiaron aquí, y pasado el peligro, regresaron a su ciudad. En el 638 el obispo de Altino decidió trasferir la iglesia en la isla. Las obras de la construcción de la catedral dedicada a Santa Maria Asumpción empezaron un año después, pero su estructura definitiva data de 1008. Alrededor se pueden contemplar restos del bautisterio, del síglo VII, la torre de la iglesia y la iglesia de Santa Fosca del síglo XI.
Es la isla más grande de la laguna. Fue fundada por los habitantes que huyeron de Altino y también de la ciudad de Oderzo durante las invasiones de los longobardos. Tiene una fama mundial por la fabricación de cristales artesanos, gracias a los maestros del arte cristalera, por lo menos una etapa en una de las «fornace», donde hacen el cristal, es obligatoria! No falten tampoco el museo del arte cristalera y la iglesia de Santa Maria y Donato, un espectacúlo de arte veneto-bizantina.
La isla aloja, en recuerdo de una parada del Santo de Asisas, una iglesia en honor de Francisco de Asisas, después de que se paró allí durante una tempesta. Todavía abitada por monjos franciscanos, fue un tiempo trasformada en un cuartel durante la ocupación de Napoleon, cuando luego ya fue liberada, vuelvo a ser un monasterio.
Antiguamente llamada de los «cipreses», era utilizada como viña y salina, hacía parte de la señoria. La primera iglesia fue costruida en el 970, y veinte años después, el Doge Morosini hizo construir un monasterio de benedictinos. Hay, ahora se pueden admirar las obras de: Baldassare Longhena, Palladio, y las grandes telas de Tintoretto.
Durante el gobierno de la Serenisima, la plaza era el punto de referencia político y religioso. Ahora, es el punto llave de la belleza de la ciudad. El Campanil, la torre de la iglesia, a los orígenes era un faro y una torre de defencía, y fue completado solo en el síglo XVI. Los otros monumentos que completan la belleza de Venecia son el palacio Ducal, la torre del reloj, la Loggetta, la Piazzetta y otros magníficos edificios en estilo veneto-bizantino. .
Así se llama el complejo de edificios formados por la iglesia de la Presentación y el monasterio anejo, realizados en el 500, desde un dibujo de Palladio.
Esta zona fue nominada así por su utilizo initial, que era donde depositaban las balsas llenan de madera que serviban a la construcción de la ciudad. Hoy se pueden admirar las casas que se asoman al canal.